Producto de la devaluación, 100 pesos no son nada. Aprovechar ofertas, descuentos en días determinados y caminatas para comparar precios, las opciones de los vecinos para sobrellevar la crisis
Hace pocos años 100 pesos en mano era una suma significativa que nos permitía llenar la alacena y costear varias comidas. Sin embargo, por la devaluación del peso y la fuerte inflación, el poder adquisitivo caería, sólo este año, entre un 3% y 6%.
Mientras el ritmo inflacionario no se detiene, en los supermercados y comercios de los barrios los vecinos de la región cambian sus modalidades de compras e intentan adaptarse a una realidad que golpea los bolsillos. Aprovechar ofertas, descuentos en días determinados y caminatas para comparar precios, son las opciones que tiene el ciudadano de a pie para sobrellevar esta crisis.
En los primeros cinco meses del año, la canasta básica aumentó un 19,38%, por encima de la mentirosa meta del 15% de inflación calculada por el Gobierno para todo el año. En este contexto, los números no cierran.
Todo vecino lo sabe: con 100 pesos no hacemos nada… lógicamente depende del comercio pero, en un hipotético caso, con esa suma de dinero sólo compramos un litro de aceite (que ronda los 45 – 50 pesos); un kilo de azúcar (que vale entre 20 – 25 pesos); un litro de leche (con un costo de entre 20 a 25 pesos) y ahí, hay que parar de contar. ¿A dónde fuimos a parar?