Avril Busnelli tenía apenas 2 años y, desde su nacimiento, lucho contra una entraña enfermedad producto de un extraño gen en su ADN que no fue investigado y, por lo tanto, no tenía tratamiento alguno.
Se trata del gen ATP6V1A que le provocaba, desde muy temprana edad, episodios convulsivos, las cuales llegaron a ser hasta 150 en un solo día.
Si bien Avril fue diagnosticada con encefalopatía epiléptica y epilepsia refractaria, ésta ultima era resistente a fármacos y tratamientos.
Sus padres habían afirmado que en el mundo solo existen 30 personas con este tipo de diagnóstico, pero Avril era la única en nuestro país.